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Los retardadores de llama a menudo se agregan o se aplican a los siguientes productos.

• Mobiliario, como espuma, tapicería, colchones, alfombras, cortinas y persianas de tela.
• Dispositivos electrónicos y eléctricos, como computadoras, laptops, teléfonos, televisores y electrodomésticos, además de alambres y cables.
• Materiales de construcción, incluidos alambres y cables eléctricos, y materiales aislantes, como poliestireno y espumas aislantes de poliuretano.
• Productos de transporte, como asientos, fundas y rellenos de asientos, parachoques, compartimentos superiores y otras partes de automóviles, aviones y trenes.

Muchos retardadores de llama se han eliminado del mercado o ya no se producen. Sin embargo, debido a que no se descomponen fácilmente, pueden permanecer en el medio ambiente durante años. También pueden bioacumularse o acumularse en personas y animales con el tiempo.

¿Cómo se exponen las personas a los retardantes de llama?

¿Qué se puede hacer para reducir la exposición a los retardantes de llama?

• Mantenga bajos los niveles de polvo con un trapeador húmedo y la aspiradora con un filtro de aire de partículas de alta eficiencia (HEPA) para ayudar a eliminar los contaminantes de su hogar.
• Lávese las manos y las de sus hijos con frecuencia. El contacto de las manos a la boca expone a las personas a los retardantes de llama.
• Cuando compre productos nuevos, intente comprar productos para bebés y muebles rellenos de algodón, poliéster o lana, en lugar de espuma de poliuretano.
• Reduzca el polvo teniendo un buen sistema de ventilación en su hogar.

Las personas pueden exponerse a los retardantes de llama de diversas formas, incluida la dieta; productos de consumo en el hogar, automóvil, avión y lugar de trabajo; y polvo de la casa.1

• Estos productos químicos pueden pasar al aire, al agua y al suelo durante la fabricación.
• Los productos químicos pueden filtrarse de los productos al polvo y al aire.
• El polvo puede entrar en contacto con las manos y los alimentos y luego en la boca cuando se ingieren los alimentos.
• Mediante la basura electrónica o la quema y desmantelamiento incontrolado de residuos electrónicos y eléctricos.

¿Cuáles son algunos de los posibles efectos sobre la salud asociados con los retardantes de llama?

Aunque los retardantes de llama pueden ofrecer beneficios cuando se agregan a algunos productos, un creciente cuerpo de evidencia muestra que muchos de estos químicos están asociados con efectos adversos para la salud en animales y humanos. Éstos incluyen:

• Alteración endocrina y tiroidea
• Impactos en el sistema inmunológico
• Toxicidad reproductiva
• Cáncer
• Efectos adversos sobre el desarrollo fetal e infantil
• Función neurológica

¿Quién es más vulnerable?

Los niños pueden ser particularmente vulnerables a los efectos tóxicos de estos químicos, porque su cerebro y otros órganos aún se están desarrollando. El comportamiento de la mano a la boca y la proximidad al piso aumentan la posibilidad de que los niños se expongan a los retardantes de llama. Los investigadores han descubierto que los niños tienen concentraciones más altas de retardadores de llama en sus cuerpos que los adultos.

¿Existen diferentes tipos de retardadores de llama?

Hay cientos de retardadores de llama diferentes. A menudo se dividen en categorías según la estructura y las propiedades químicas. En general, los retardantes de llama se agrupan en función de si contienen bromo, cloro, fósforo, nitrógeno, metales o boro.

Retardantes de llama bromados 

Contienen bromo y son los retardadores de llama más utilizados. Se utiliza en muchos bienes de consumo, incluidos electrónicos, muebles, materiales de construcción, etc. y se ha relacionado con alteraciones endocrinas, entre otros efectos.

Éteres de difenilo polibromados (PBDE)

Los PBDE no se unen químicamente a los productos a los que se agregan (muebles, productos electrónicos, etc.), por lo que se liberan fácilmente de estos productos y entran en el aire y el polvo. Los PBDE pueden reducir el peso / estatura al nacer de los niños y afectar el desarrollo neurológico.

Tetrabromobisphenol A (TBBPA) 

Ampliamente utilizado para fabricar placas de circuitos informáticos y electrónicos. También se utiliza en algunos textiles y papel, o como aditivo en otros retardadores de llama.

Hexabromociclododecano (HBCD)

Aditivo que se utiliza principalmente en materiales de construcción de espuma de poliestireno. El principal riesgo para los seres humanos es la lixiviación de los productos y el polvo interior. También se han encontrado niveles bajos de HBCD en algunos productos alimenticios.

Retardantes de llama organofosforados (OPFR)

Con la eliminación gradual de los PBDE, se han identificado algunos OPFR como reemplazos.

Los investigadores apoyados por el NIEHS también están analizando los efectos sobre la salud de las nuevas alternativas retardantes de llama que se están comercializando.

¿Por qué el NIEHS y el NTP están estudiando estos productos químicos?

Los retardantes de llama se están estudiando debido a su abundancia en el medio ambiente y a las preocupaciones sobre su impacto en la salud humana, especialmente en los niños que pueden exponerse fácilmente a ellos a través del contacto de la mano a la boca.

El  Programa Nacional de Toxicología (NTP), un programa de pruebas interinstitucional con sede en NIEHS, ha recibido muchas nominaciones para estudiar retardadores de llama, debido a la falta de información sobre su toxicidad.

Una forma en que el NIEHS busca avanzar en la investigación en este campo es comprender mejor cómo las personas desechan los productos que contienen retardadores de llama. Por ejemplo, en los sitios donde los productos de consumo desechados que contienen retardadores de llama se desmantelan, reciclan o queman, existe la posibilidad de que estos productos se liberen al aire, al suelo y al agua. Estos productos químicos pueden luego ser absorbidos por la vegetación, los animales o las personas circundantes.

El NIEHS también está interesado en realizar investigaciones y compartir nuevos hallazgos que ayudarán a las empresas a desarrollar alternativas más seguras a los retardantes de llama actuales.